Por ti, que tantas lágrimas hemos derramado.
Por ti, que nos has hecho sentir tantas emociones.
Por ti, que nos haces vivir nuestra pasión.
Por ti, que tanta gloria has alcanzado.
Por ti, que nos has enseñado que lo importante no es el número de veces que caigas, sino que las que te levantes siempre sea una más.
Por ti, que has hecho de la palabra "leyenda" tu sinónimo.
Por ti, que has demostrado que sin sufrimiento, sin valor, sin conexión, sin unión... una victoria puede saber muy amarga.
Por ti, que has pulverizado números, récords, estadísticas.
Por ti, que has acunado a auténticos mitos y a otros los has adoptado como si fueran tuyos.
Por ti, nosotros hoy lucharemos más que nunca.
Porque sabemos que, aunque perdamos, aunque no pasemos, te habrás dejado la vida en el campo.
Porque rendirse es una palabra que desconocemos y no tenemos ningún interés en que nos la presenten. Rendición es la madre de los perdedores.
Porque hoy, a las 22.30 (hora española) el cúmulo de sentimientos y emociones estallará. Habrá lágrimas, por el motivo que sea, pero también habrá sonrisas. Porque sabemos que hoy vas a dar la talla.
Porque estoy convencida que hasta el más pipero, el más tímido, el más callado o el que va al templo a pasar el rato, no podrá evitar contagiarse por la marea blanca. Las hordas vikingas se lo llevarán por delante. Y gritará. Y animará como jamás ha animado. Porque es inevitable no contagiarse de este espíritu que nos invade. Llámalo Juanito, leyenda, madridismo puro o como quieras. Pero es una sensación indescriptible, como de querer autosuperarse y demostrar al mundo entero y a ti mismo que SÍ SE PUEDE.
Porque miles, millones me atrevo a decir, de corazones mañana durante todo el día pero especialmente durante 90 minutos, latirán a un mismo ritmo, seguirán un mismo palpitar. Los vellos de todas esas personas se erizarán a la vez cuando suene el himno. Estaremos todos nerviosos, inquietos, preocupados pero a la vez con ganas.
Sé que todos y cada uno de nosotros, desde donde esté, te apoyará y te mandará toda su energía positiva. Algunos no podremos verte, pero te sentiremos. Otros afortunados podrán deleitarse contigo. Y los más suertudos te arroparán en tu casa. Pero todos pondremos nuestro granito de arena.
Vencer o morir. Esa es la actitud, y esa es la única que vale. Mañana espero oírte rugir tan fuerte que los del Instituto Nacional Meteorológico se asusten porque la tierra tiemble, que los más cristianos se echen las manos a la cabeza porque creen que se acercan los cuatro jinetes del Apocalipsis y están ante el fin del mundo, que hasta la Merkel te oiga y piense "pobrecitos mis niños".
Como dijo Mou: "Señorío no es filosofía barata. Señorío es morir en el campo." Queremos once Juanitos, once Buitres, once Raúles, once Cristianos. Llámalo como quieras, pero queremos once tíos con los huevos bien puestos que lo den TODO en el campo, que peleen cada balón, que no se achanten, sin miedo, sin vergüenza, queremos pegada, contragolpe, fluidez, unión, ganas, y te pediría talento, pero con eso ya cuento porque sé que andas sobrado.
Somos tu fuerza, los que haremos que por muy hundido que te halles, te demos el empujón que necesites para salir a flote.
Somos tu fuerza, los que te arroparemos y convertiremos Madrid en un infierno blanco.
Somos tu fuerza, los que nos dejaremos la piel, la garganta y todas nuestras fuerzas para convertirnos en el jugador número 12.
Somos tu fuerza, tus espartanos, tu motor, tu impulso.
Somos tu fuerza, así que SÉ NUESTRO ORGULLO.
Esta noche sólo hay una opción, y esa es LUCHAR.
¡VAMOS REAL HASTA EL FINAL!
¡¡SÍ SE PUEDE!!
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